El robador más famoso de España en los años 80 se llama Dionisio Rodríguez Martín, pero en la prensa se le conoce como El Dioni. Este hombre ingresó a prisión dos veces por robo, pero lo que lo hizo famoso fue el caso en el que robó un furgón blindado con más de 300 millones de pesetas en su interior. El Dioni llegó a ser un icono popular en España, e incluso se rumorea que se inspiraron en él para la película "Torrente". En este artículo vamos a hablar sobre la opinión que tienen los españoles sobre el delito de El Dioni y sobre su carrera delictiva en general.
El Dioni nació en Madrid en 1952, y desde joven empezó a adentrarse en el mundo del delito. Sus primeros robos fueron a pequeña escala, pero pronto se dedicó a robar coches y a cometer hurtos en tiendas. En 1984, fue condenado a 9 años de prisión por varios robos, pero tras cumplir solo la mitad de la condena, quedó en libertad condicional en 1989.
La fama de El Dioni llegó en marzo de 1989, cuando en compañía de sus dos cómplices, robó un furgón blindado que transportaba más de 300 millones de pesetas. El robo lo llevaron a cabo en una gasolinera de la ciudad de Humanes, en la provincia de Madrid. El asalto fue llevado a cabo de forma rudimentaria, utilizando una pistola de agua a presión y un punzón eléctrico. La mayoría del dinero nunca apareció, pero El Dioni fue detenido gracias a la colaboración ciudadana. El juicio fue un auténtico circo mediático, y el acusado se convirtió en una celebridad popular en España.
En España, el caso de El Dioni se convirtió en tema de conversación en todos los hogares. La mayoría de las opiniones sobre este caso eran negativas, ya que la sociedad española no tolera el delito. Pero a pesar de ello, hubo una tendencia a la simpatía hacia el acusado, y es que suerto en el espectáculo mediático hizo que se ganara el cariño del público. Muchas personas opinaban que El Dioni era un "Robin Hood" moderno, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Esta imagen se reforzó cuando El Dioni declaró que el dinero del robo lo había repartido entre los vecinos de su barrio y que se lo había gastado en ayudar a la gente necesitada.
El juicio de El Dioni fue un auténtico espectáculo mediático. El acusado se presentó en la sala ataviado con gafas negras, fumando puros y luciendo una actitud chulesca. Los periodistas y los curiosos abarrotaron la sala, y los medios de comunicación dieron una gran cobertura a todo el proceso judicial. Se dice que el abogado de El Dioni tenía tantas ganas de hacerse famoso como su cliente, ya que jugó ante las cámaras con el papel de abogado defensor del delincuente más mediático del momento.
Tras ser juzgado y condenado a 12 años de prisión, El Dioni ingresó en prisión en 1993. Allí se convirtió en una celebridad entre los reclusos y se ganó el respeto de muchos de ellos gracias a su carisma. En 1999, se le concedió el tercer grado, lo que le permitió salir de prisión durante el día para trabajar en una empresa de catering. En esta época, El Dioni no dejó de protagonizar titulares en los medios de comunicación, ya que aprovechó su popularidad para lanzarse a la televisión, donde hizo varias apariciones.
Tras salir definitivamente de prisión en 2005, El Dioni intentó llevar una vida de bajo perfil fuera del escrutinio mediático. Sin embargo, esto no fue posible, ya que la popularidad que había adquirido a lo largo de los años hizo que siguiera siendo presa de los medios de comunicación. El Dioni ha intentado ganarse la vida de forma honesta, trabajando en la construcción, pero también ha seguido saliendo en los programas de televisión y en los medios de comunicación, donde ha cobrado por sus apariciones como colaborador.
El Dioni es uno de los delincuentes más famosos de España, cuya carrera delictiva se prolongó durante muchos años. Su fama se debe en gran parte al robo del furgón blindado que perpetró en 1989, un delito por el que fue condenado a 12 años de prisión. A pesar de ello, para muchos españoles, El Dioni sigue siendo una especie de héroe popular, un Robin Hood moderno que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Su actitud chulesca, su estilo de vida y su carácter le han hecho ganarse un hueco en la memoria colectiva de los españoles, y aunque ha intentado llevar una vida normal, su fama se ha convertido en un obstáculo que le persigue hasta el día de hoy.