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¿Cómo el caso de El Dioni cambió la política de seguridad en España?

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Introducción

El famoso caso de El Dioni es uno de los robos más conocidos en España. Antonio García Martínez, alias El Dioni, era un cartero que, en 1989, robó un camión blindado que transportaba una gran cantidad de dinero. Este asalto tiene cuentas y anécdotas varias, lo que llevó a aumentar la seguridad en los trayectos que transportan dinero y, en general, a revisar la política de seguridad en España. En este artículo, exploramos cómo fue que el asalto de El Dioni cambió los preceptos de seguridad en nuestro país.

Efectos en la seguridad privada y pública

Después del robo cometido por El Dioni, se produjo un incremento en la seguridad privada y pública. El objetivo era acabar con los altos índices de robos en transportes blindados y en cajeros automáticos. Las empresas de transporte de valores comenzaron a invertir en nuevas tecnologías de seguridad durante los años 90. La industria desarrolló vehículos con funcionamiento diferente al que existía, intentando evitar los problemas encontrados en los camiones que robó El Dioni.

Mejoras tecnológicas en vehículos de seguridad

Uno de los cambios más significativos de la política de seguridad fue la incorporación de los transportes diurnos, una medida iniciada por una empresa de seguridad el 20 de noviembre de 1991, luego de la sesión del juicio por el caso de El Dioni. La alarma antiatraco era un elemento fundamental en estos camiones. El dispositivo se activa cuando se supera un límite de velocidad o cuando se ignora alguna señal de paso peatonal. En caso de detectar un sobrepaso de velocidad se intentará detener el motor del vehículo en cuestión de 20 segundos. Así es como la incorporación de los transportes diurnos modificó la práctica de seguridad en esta industria generando una mayor seguridad para las personas y el dinero transportado.

Creación del Plan Nacional de Seguridad

El caso de El Dioni llevó, además, a la creación del Plan Nacional de Seguridad para la protección de transportes de valores. Este plan establecía una batería de medidas a tomar en cuenta. Entre estas medidas se fomentó la creación de nuevos equipos de vigilancia electrónica, que permiten detectar objetos que no debían ser transportados y detectar situaciones de riesgo en las carreteras. Estos equipos contienen cámaras de alta calidad, verificadores de pesos, medidas de seguridad, entre otros elementos. Su uso se extendió más allá del transporte de valores y se ha llegado a ver su aplicación en otros ámbitos de la seguridad.

Impacto en la política de seguridad

El caso de El Dioni no solo llevó a un mayor enfrentamiento de los atracadores perfectamente preparados, sino también a un control más exhaustivo de la seguridad pública. La Policía Nacional y la Guardia Civil formaron nuevas unidades para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos del país. Ello, con el objetivo de crear una mayor cooperación entre los cuerpos policiales y las empresas privadas en la lucha contra la delincuencia.

Mejoras en la formación policial

La seguridad de una nación se fundamenta en una figura pública competente que brinda seguridad tanto a la ciudadanía, a sus bienes y a sus finanzas. Una de las maneras de llegar a esto fue la implementación de nuevas cursos de formación, descubriendo en ellos la tecnología que en aquel momento era necesaria para llevar a cabo una buena seguridad nacional.

Lucha contra el crimen organizado

El asalto perpetrado por El Dioni tuvo graves consecuencias también en la política de seguridad. El crimen organizado, que ya dominaba diferentes mercados ilegales, comenzó a penetrar en este contexto. Se produjeron numerosos cambios en la política de seguridad, que se vieron reflejados en la legislación que penalizaba y perseguía a los grupos organizados.

Conclusiones

El famoso asalto de El Dioni, además de servir habituualmente de argumento en discusiones o conversaciones, supuso un verdadero antes y después en la política de seguridad en España. El robo del camión blindado en Arganda se convirtió en un ejemplo de la necesidad de cambiar las prácticas en la seguridad pública, la seguridad privada y el control sobre la delincuencia organizada. Desde entonces, el cambio no ha cesado en la sociedad y poco a poco, España se ha dotado de nuevos sistemas de seguridad que cubren muchas lagunas que existían tanto en la seguridad privada como en la pública. Todo ello ha permitido una mayor seguridad tanto de las personas como de los bienes.